Hoy por hoy, podemos afirmar que la cirugía de la obesidad es el mejor método para tratar las enfermedades que la acompañan. Vamos a ver a continuación cual es la evolución de las mismas tras la cirugía.
Enfermedad metabólica: diabetes mellitus tipo 2 y dislipemia
La cirugía de la obesidad o bariátrica es la única opción de tratamiento que ha demostrado capacidad para la mejoría o remisión de la diabetes mellitus tipo 2. Es la enfermedad asociada o comorbilidad que presenta una mejora de forma más acusada y rápida, muy marcada en el caso del by-pass gástrico. Los efectos beneficiosos sobre la diabetes ocurren incluso antes de la pérdida de peso, posiblemente debido a los cambios hormonales desencadenados por los cambios anatómicos tras la cirugía.
Tras la cirugía, la diabetes presenta una mejoría o resolución en el 87% de los casos (80% tras el by-pass).
Del mismo modo, la pérdida de peso produce una mejora de la dislipemia en el 80% de los casos, cuando se alcanza un índice de masa corporal de 30. Todas las técnicas de cirugía bariátrica producen, al menos en el 70% de los pacientes, la mejora de la dislipemia. La cirugía provoca mejoría en los niveles de colesterol total, colesterol LDL y triglicéridos.
Patología cardiovascular. Factores de riesgo
La cirugía bariátrica produce una mejora muy marcada de la hipertensión arterial. Pequeñas pérdidas de peso pueden reducir de manera muy significativa las cifras de presión arterial. Diversos estudios han demostrado como la cirugía bariátrica disminuye la prevalencia de la hipertensión a la mitad y, cuando no hay resolución completa, al menos se controlan mejor sus cifras de tensión arterial.
Todos los procedimientos bariátricos demuestran un efecto beneficioso sobre la hipertensión arterial, resolviéndose o mejorando en el 78% de los casos.
Respecto a los factores de riesgo cardiovascular, se ha objetivado mejoría en la función ventricular, circulación coronaria y repolarización ventricular.
Síndrome de apnea obstructiva del sueño (SAOS)
El SAOS está presente en el 70% de los pacientes que se someten a cirugía bariátrica, observándose una disminución de la severidad de la apnea en todos los pacientes operados y aproximadamente un 80% de los pacientes interrumpen el tratamiento con CPAP.
Patología digestiva
La prevalencia de hígado graso es extremadamente alta en pacientes sometidos a cirugía bariátrica, detectando esteatosis en el 91% de los casos, esteatohepatitis en el 25% e incluso cirrosis en el 2%. La biopsia del hígado antes y después de la cirugía muestra una mejoría significativa de la esteatosis. Igualmente, se observa una mejoría en la clínica y en los parámetros bioquímicos relacionados.
La obesidad es uno de los principales factores implicados en la enfermedad por reflujo gastroesofágico (ERGE). De hecho, más del 36% de los pacientes operados presentan sintomatología preoperatoria. El by-pass gástrico es una de las técnicas más efectivas para tratar simultáneamente el ERGE y la obesidad, pues aleja del esófago casi la totalidad del ácido gástrico producido y el contenido biliar que pudiera existir, mejorando significativamente el ardor, regurgitación y dolor abdominal.
La obesidad en sí misma predispone a la litiasis biliar (piedras en la vesícula) y, de hecho, tras la cirugía este riesgo aumenta en las técnicas mixtas por diversos factores.
Calidad de vida
Las escalas que valoran la calidad de vida muestran una mejoría significativa con la cirugía bariátrica, a diferencia de los tratamientos convencionales no quirúrgicos. Esta mejoría ocurre sobre todo entre los 6 y los 12 meses posteriores, comenzando a ser menos marcada a los dos años de la intervención, en función del mantenimiento de la pérdida de peso, de las comorbilidades descritas y del estado del contorno corporal.
Respecto a la patología musculoesquelética, la cirugía mejora la clínica de osteoartritis en la mayoría de los pacientes, especialmente en aquellos con artrosis de rodilla, mientras que más de la mitad disminuyen la dosis de analgésicos y antiinflamatorios.
Cáncer y mortalidad general
La obesidad actúa como factor de riesgo para padecer determinados tipos de cáncer. La cirugía bariátrica disminuye la incidencia de cáncer en mujeres obesas.
Los pacientes obesos, por el mero hecho del sobrepeso, tienen una morbimortalidad aumentada, respecto a la población general. Este aumento es debido a los cambios fisiopatológicos que se producen en el organismo del obeso, que le predispone a una serie de enfermedades que disminuyen su expectativa de vida. La cirugía bariátrica ha demostrado un aumento de la expectativa de vida de los pacientes obesos mórbidos. Esa longevidad se debe sobre todo a una disminución de los eventos cardiovasculares, como en infarto agudo de miocardio y el accidente vascular cerebral.